martes, 2 de septiembre de 2014

HISTORIA DE LAS ASOCIACIONES EN ISLA MAYOR. FSAAE


HISTORIA DE LAS ASOCIACIONES EN ISLA MAYOR - FSAAE


1.-ESTRUCTURAS ASOCIATIVAS EN ISLA MAYOR HASTA 1976


Contaré aquí la historia del asociacionismo de Isla Mayor en dos apartados, si bien es obvio que estará nuestra historia, tmbién es evidente que estará totalmente entrelazada con todas las de las Marismas del Guadalquivir y en muchos casos con el resto de España.
El 1º se referirá a las organizaciones anteriores a la entrada de la Democracia y que alguna de ellas llega hasta nuestros días: FSAAE, Hermandad De Labradores y CAS (Cooperativa Arrocera del Sur).


El 2º definirá el rol del Nuevo Asociacionismo que se afianza tras la Constitución del ´78.
Pretendo, como siempre, ser objetivo, consciente de las dificultades que conlleva contar la historia en primera persona, pero si omito parte de la verdad no será para tapar mis muchos fallos y defectos si no más bien para evitar subjetivar los fallos de las personas que ya no están con nosotros,  a las que respeto a pesar de nuestros enfrentamientos y a las que reconozco su labor en la titánica tarea de sacar adelante este proyecto “poco menos que imposible”.



1.1 - FSAAE: Federación Sindical de Agricultores Arroceros de España.


Aunque remozado y pintado, éste es el edificio que yo recuerdo desde siempre como la sede del Sindicato arrocero de Puntal ó Villafranco ó Isla Mayor donde siempre ha sido LA sede de todos los movimientos de la zona hasta los grandes cambios asociativos, producidos por la Nueva Legislación tras la Constitución del `78.
“El sector arrocero de España estaba agrupado bajo la denominada Federación Sindical de Agricultores Arroceros de España, con sede en Valencia, constituida en 1933 y que desempeñó su labor de representación y defensa de los intereses del sector arrocero nacional ininterrumpidamente hasta 1985, en que por R. Decreto del Gobierno se suprimen sus servicios así como también los de la Federación de Industriales Arroceros existentes hasta la fecha”.

Este párrafo tomado de la Web de la FAS (Federación de Arroceros de Sevilla) define sucintamente cual fue la Organización Sindical más importante del sector en sus 52 años de existencia.

La FSAAE se fundó en Valencia durante la República, ante la necesidad de organizar el sector arrocero que estaba totalmente arruinado. Hacía tiempo que venía atravesando la penuria de un mercado excedentario, pero al perder las compras de los países sudamericanos, que iniciaron su producción propia, y el mercado Inglés que impuso un gravamen a la importación de arroz español para beneficiar sus propios agricultores de La Commonwealth, la situación se volvió insostenible al no tener forma de eliminar los excedentes. 

El mercado levantino era incapaz de regular su producción, acorde con el consumo, por lo que tuvieron que recurrir a un organismo nacional que ayudase no sólo a intentar regularlo, sino que también, a recabar ayudas del Estado y del capital privado para poder suministrar semillas, abonos y préstamos a los pequeños agricultores para que pudiesen continuar con su cultivo, puesto que éstos no tenían capacidad de financiación para poder llevar a cabo las compras necesarias. 

Lógicamente esta Organización no tiene actividad directa en los inicios  del cultivo del arroz en Sevilla ya que después del fracaso de las tres primeras empresas de transformación de las Marismas y el impulso de R. Beca durante la guerra, la FSAAE estaba situada en la Zona Republicana y durante la mayor parte de la guerra no se encontraba en situación de influir en el desarrollo de esta zona. 

A partir de 1940 y tras el discurso del Ministro de Agricultura de Franco, Serrano Suñer, - recogido en el ABC del 24 de Abril de ese año, quedó clarísimo que la Federación se convertía en un Sindicato Arrocero Vertical, el primer y más importante Sindicato de España que quedaba enmarcado dentro de la gestión que controlaría la Falange de una España, Nacional-Sindicalista. 
Y así funcionó en Sevilla esta Federación Vertical hasta su defenestración en 1985: a toque de corneta y bajo manu militari.

A pesar de nuestra Guerra Civil  y las lógicas dificultades de comunicación entre personas de ambos bandos, Rafael Beca, mantenía un continuo intercambio de pareceres con el Presidente de la Federación al que debía consultar sobre muchos temas arroceros ya que Beca era un exportador de aceitunas y sus conocimientos sobre el cultivo de arroz, en sus inicios de productor e industrial arrocero, eran muy limitados. Durante la contienda consiguió que el Gobierno Franquista le facilitara mano de obra especializada entre los soldados levantinos que conocían el cultivo, a los que cambiaba el trabajo del arrozal por su puesto en el frente y les daba extensos permisos para venir a intentar domeñar esta semi-estéril Marisma para convertirla en la mayor zona arrocera de España. 

Intentar explicar aquí, todos los esfuerzos de la colonización de las marismas y el papel de la FSAAE nos desviaría totalmente del tema central de este post por lo que aquellos que tengan interés en el tema pueden acudir a la pequeña síntesis de la Historia Agraria de Isla Mayor que he subido a este blog y cuyos capítulos y temas podéis ven en:


Una vez finalizada la guerra y en una situación de hambruna generalizada en España, -destrozada por la contienda, castigada por “la pertinaz sequía” y sin poder recibir ayudas exteriores debido a la II Guerra Mundial-, el arroz se convierte en un alimento básico, junto con el trigo, cuya producción había que potenciar y a la vez distribuirla de forma que llegase a la mayoría de la población, por eso se instituyó el racionamiento. 

Para conseguir dinamizar el desarrollo de esta zona, el Gobierno autoriza a R. Beca a salir con divisas al extranjero para comprar las acciones de Imagsa, -sociedad dueña de las Marismas, administrada por los catalanes y con sede social en Madrid, pero cuyos accionistas estaban repartidos por Europa-. Durante 1942, al conseguir la compra de una mayoría de las acciones, le permitiría el control de la sociedad y por tanto de las 45.000 has de Marismas que eran  propiedad de la Empresa Imagsa. 

En tres años R. Beca tenía la empresa controlada y reorganizada, pasando de ser un arrendador a propietario de la mayoría de las acciones de Imagsa, que fusiona con su empresa R.Beca y Cia. Y empieza a buscar arrendatarios para todas las tierras que iba transformando.

Esta foto de finales de los ´40 debe de estar realizada desde donde hoy está situada mi casa (aproximadamente) y era la carretera del Toruño que más tarde será la Calle Virgen del Carmen. Vemos al fondo los almacenes de FASSE,  nº 1 y 2



2014.- Mi casa, la 1ª por la izquierda, se construye en 1.961 y todavía no estaban construidas las viviendas de más de la mitad de la calle. Al fondo el edificio de oficina del Sindicato de Villafranco oculta la Nave nº1 y las casas de la izquierda tapan la nº 2. 

En este momento ya entra de lleno el apoyo de la FSAAE al Sindicato de Agricultores de Sevilla que Beca había creado para controlar el sector. Personaje clave de aquella época es Vicente Castelló Maronda,  presidente de La Zona Sur de la Federación, desde que yo recuerde, y al que no fui capaz de convencer que la Federación había que democratizarla o nos la “democratizarían”. Esta lucha por reformar la Federación duró desde el ´79, cuando empiezo mi participación en el CNJA (Centro Nacional de Jóvenes Agricultores) y como presidente del Centro local de Jóvenes Agrcicultores, me convierto en el “martillo pilón” de la FSAAE,  hasta el ´85 cuando la Administración Socialista no la democratizó sino que la eliminó de un plumazo. Pero de esto ya hablaremos cuando pasemos a las estructuras posteriores al ´76.
En los primeros años la labor de la Federación fue efectiva e indispensable ya que con el apoyo de la Compañía construyó almacenes y secaderos para facilitar el secado y almacenamiento a los agricultores que no tenían estructuras. En la Zona Sur de organizaron tres Sindicatos: El de Sevilla, Villafranco y Las Cabezas par facilitar el acceso a los agricultores. Hizo acuerdos con bancos que financiaron, semillas, abonos e incluso efectivo para poder sobrevivir los colonos hasta la cosecha, momento en el que se debía devolver el préstamo. Hicieron cuanto estuvo en su mano para apoyar el sector y mantener un precio del arroz que fuera rentable, pero siempre desde el punto de vista de los grandes agricultores que eran los que dominaban todo el sector:
  • La tierra, estaba totalmente controlada por R.Beca y algunos terratenientes y más tarde por la Cooperativa Arrocera del Sur, que merece capítulo aparte.
El agua, controlada por las grandes Comunidades de Regantes de las dos márgenes, que son una especie de circuito cerrado que apoyaba o impedía nuevas ampliaciones.
  • El capital, ya que a través de la Cooperativa Arrocera del Sur se controlaban las ampliaciones y el acceso a los créditos de Banco de Crédito Agrícola y de la Caja Rural.
  • La representación del sector también era exclusivamente suya hasta la aparición de las OPAs, que fueron, poco a poco, sustituyéndola de la representación ante los organismos de la administración nacional,  SENPA, FORPA, CHG etc etc. Y más tarde ante el Copa-Cogeca (Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias y Comité General de Cooperativas Agrícolas de la Unión Europea) cuya representación por las organizaciones agrarias se le otorgó al CNJA. Siendo yo el primer representate del sector arrocero nombrado por las OPAS.

La sintonía de R. Beca con la Delegación de la Federación en la Zona Sur debía ser perfecta ya que la lucha por la ampliación de las superficies arroceras no sólo dependían de la capacidad de la Cía. para preparar las infraestructuras de riego, desagüe y comunicaciones de las nuevas puestas en riego sino que también estaban supeditadas a la concesión de agua para arrozal, por parte de la CHG  y a la autorización como Coto Arrocero, lo que era posible gracias a ser Las Marismas, tierras declaradas como zona pantanosa, no apta para otros cultivos, y éstos eran trámites complejos que requerían tiempo y coordinación de los solicitantes.

La Federación también fue la herramienta que utilizó el Estado para controlar la producción, primero, en los tiempos del racionamiento y, más tarde, como centros de acopio del arroz, tanto para retirar del mercado el cupo obligatorio, como para retirar los excedentes del mercado. Más tarde los almacenes de los agricultores (Federación)  los arrendó el SENPA como silos  para almacenar el arroz, cuando se estableció la intervención con precios mínimos, evitando el Estado, de esa forma la construcción de silos que habría tenido que hacer, al igual que los construyó en otros lugares para diversos cereales. Cuando desaparece la intervención del Estado la Federación ofrece a los agricultores estos almacenes, también para regular la oferta durante la campaña de recolección y evitar la caída del precios en el mercado.

Aquí vemos a Antonio Olivares, en una de sus fotos, con su equipo de entrega al SENPA, junto con los tractores de otros agricultores, donde solíamos permanecer por lo menos un día de cola para poder descargar.

Mientras tanto, el enfrentamiento entre Sevilla y Valencia, en seno de la Federación, estaba servido. Desde primeros de los ´50 España volvía a ser excedentaria en la producción de arroz y lógicamente la responsabilidad primera era atribuida a las continuas ampliaciones de la Zona Sur. Pero cuando en 1.965 se estableció la entrega forzosa de cupos la política de la Zona Sur se unió al resto de al FSAAE oponiéndose frontalmente a cualquier ampliación de la zona arrocera en toda  España.


También la FSAAE se encargaba de la coordinación de los tratamientos obligatorios contra la "pudenta". Este fue unos de los primeros que se realizaron para evitar que la chinche nos estropease la cosecha para consumo humano.

Tanto los “capitostes” de Federación, de la CAS (Cooperativa Arrocera del Sur), como de las Comunidades de Regantes eran los agricultores ya bien situados económicamente y, que además, convencieron a los miembros de sus juntas rectoras compuestas de pequeños y medianos agricultores de que la ampliación ponía en peligro la continuidad de las Marismas, "lo que no era ninguna tontería", ya que el reparto de las concesiones de riego iba muy por delante de las nuevas obras de infraestructura, embalses especialmente, que garantizasen esos regadíos.


Fotografía actual 2014. Para ayudar a la regulación del precio y apoyar en el secado a los agricultores sin medios la FSAAE, continió con su política de ampliación de naves y secaderos hasta construir para almacenar en sacos hasta unos 12.000.000 de kg en El Puntal otros tantos entre Alfonso XIII e Isla Menor.

En la década siguiente, del ´65 al ´75, hubo poquísimas ampliaciones de riego en Las Marismas y cualquier intento de nueva puesta en riego en nuestra zona era atacado brutalmente por los que ya estaban situados. Recuerdo el intento de un buen amigo al que cerraron un canal público de desagüe ,“Casa Riera”, donde él había preparado su toma de agua, -aprovechado las compuertas para pasar agua a “entre muros”-,  y los agricultores contrarios a esa ampliación cerraron el canal de desagüe con un enorme montón de tierra. Se sentaron encima del cierre a comerse un jamón, mientras se secaba el arroz, ya sembrado, “entre muros” y alguno levantaba en alto un bastón diciendo: “esta es la Nueva Ley de Aguas”.

Pero es en la Asamblea General del ´76 cuando se desata una confrontación fraticida entre los agricultores situados y sus atláteres, -convencidos de que una ampliación era suicida para el sector-, contra los que creíamos que una ampliación le daría más fuerza al sector al convertir la zona arrocera en un centro económico de mayor peso económico. Allí, en esta reunión, se presentó un escrito solicitando el apoyo del sector para una ampliación de la superficie arrocera de Isla Mayor a fin de que nuevos agricultores y los hijos de los ya establecidos y con pocas tierras, tuviesen la oportunidad de poder comprar, con facilidades, una parcela de arrozal. La oposición de los arroceros presentes fue abrumadora, excepto los solicitantes, claro está. A pesar de apabullante oposición de los ya establecidos, la siguiente Campaña de 1977 se sembró parte de “la Ermita” a la que dedicaré capítulo aparte, -o los que hagan falta-, pues fue una larga guerra que también me tocó capitanear después de casi dos años de las primeras victorias pírricas cuando los regantes de la “Ermita” habíamos conseguido que no se nos cortara el riego, pero nos estábamos arruinando por la calidad del agua, ya que la Comunidad de Regantes de Mínima, podía impedir legalmente una ampliación de nuestra toma y nos cerraba el acceso a la toma de agua de sus desagües.

Aunque el derecho a la libre asociación se ampara en la Constitución del ´78, desde años antes ya habían aparecido los gérmenes de las OPAs, las Organizaciones Sindicales, las nuevas reglamentaciones para Cooperativas etc. Pero éste movimiento democrático no sirvió para modernizar la FSAAE, a la que no hubo manera de convencer de que debíamos de actualizar rápidamente sus estatutos y adecuarlos a la nueva Ley.
Esta es la razón por la que continuo con la historia de la FSAAE hasta su desaparición y donde yo,- que estaba dedicado a mis labores de agricultor y pasaba olímpicamente de políticas y enfrentamientos “no existía en el mundo reivindicativo-sindical”-, hasta que a primeros de ´79 entré a formar parte de CENJA (Centro Nacional de Jóvenes Agricultores) y en Julio de ese año me eligieron presidente de la Cooperativa “La Ermita” y del “Grupo Sindical San Rafael” creado para la transformación y puesta en riego de 4.300 has.

Me habían convertido, “sin comerlo ni beberlo” y sobre todo, sin desearlo, “en la bestia negra del statu quo” -ya que no había participado en los inicios de esas organizaciones (Jóvenes Agricultores y Ermita)-, si bien mi cuñado y yo habíamos comprado una parcelita de 10 has, como señal inequívoca de que apoyábamos la iniciativa de terminar con la hegemonía del sector que manejaban entre unos pocos-. A partir de ese momento, mientras yo me desgañitaba pidiendo elecciones, información y participación de los agricultores "rasos" en los sitios de responsabilidad, los que estaban en la poltrona, como no tenían argumentos para contrarrestar algunas de mis peticiones se dedicaban, por detrás, de forma ruin y rastrera a intentar desacreditarme lo que no les sirvió de mucho, aunque no se olvide que “tu difama que algo queda”.


Nunca le declaré la guerra a la FSAAE, pero no me callaba ni una.

No estaban dispuestos a abandonar el barco y por ello, todos juntos, como un buen capitán, se hundieron con él sin dar su brazo a torcer y se cargaron la FSAAE, ya que las OPAs, a nivel nacional, no permitieron que ésta renaciera. Solamente en Sevilla volvimos a crear la FAS (Federación Arroceros de Sevilla) y para ello tuve que realizar más de un equilibrio político-sindical y tragarme algunos sapillos. Lógicamente explicaremos las peripecias en los capítulos dedicados al asociacionismo después del ´76.

Resumir nuestras discusiones, de las que  conservo algunos apuntes durante los 5/6 años de transición, sería demasiado largo, pero he encontrado una intervención que seguro debí de leerla en la Asamblea, por las correcciones a lápiz que tengo en su redacción, y que transcribo abajo (sic), pues están casi todos los temas recurrentes de las distintas asambleas.

Intervención de José Hermano Mateu ante la Asamblea General Extraordinaria de la Federación (FSAAE), Zona Sur el 28-09-1982 en Villafranco.


Es para mi una obligación ineludible empezar rindiendo homenaje a la persona de D. Vicente Castelló por los largos años que ha dedicado a defender los intereses del sector arrocero.

No tengo la menor duda de la honradez e integridad de D. Vicente y en su consideración he reprimido muchas veces mis deseos de oposición y enfrentamiento a los métodos paternalistas y obsoletos de la Federación.

A él le debemos, en parte, la implantación de JÓVENES AGRICULTORES en Villafranco y se lo agradecemos, a pesar de habernos convertido repetidas veces en su cruz.

La búsqueda de los mismos fines por distintos caminos nos ha llevado a enfrentamientos, dentro de la amistad y el respeto. Quiero agradecerle que no haya perdido nunca la paciencia con mi impetuosidad y le ruego que emplee esa paciencia, una vez más, y conteste algunas preguntas que debo hacer al Sr. Exdelegado, pues espero que sea la última vez que presida nuestra Asamblea el Delegado de la Federación en Sevilla y la persona que le sustituya sea el Delegado de Sevilla en la Federación.

Quiero agradecerle, especialmente, el cumplimiento de dos peticiones mías. La primera, al publicar con suficiente antelación la fecha de los tratamientos contra la pudenda, para evitar posibles daños en el arroz y la segunda al enviar circular a todos los agricultores con el ofrecimiento en arriendo de los módulos de almacén, aún después que estos almacenes estaban comprometidos con los industriales e intermediarios.

También quiero agradecerle a la Nueva Cooperativa, que se haya arreglado, por fin, la carretera que pasa junto al campo de fútbol, arreglo que veníamos pidiendo hace años y que por lo visto no se hacía ya que dicha carretera no nos pertenecía, pero ahora ya se ha tratado como si fuera nuestra. Benditos sean. 

En relación al acta de la anterior asamblea, felicito al Sr. Secretario de Actas, por la fidelidad que ha pretendido darle. Sin embargo le encuentro dos pequeños fallos, que si bien no son motivo de rectificación sí lo son de aclaración.

No recuerdo, por más que lo intente, que ese día pidiese la aclaración de las “cuentas económicas”, aunque no me moleste en absoluto que se me atribuya dicha aclaración. Hay en cambio algo que recuerdo y que no esta recogido y es la afirmación de alguien de la Mesa, respecto a que se habían puesto circulares en los Sindicatos avisando a los agricultores que había módulos en los almacenes de la Federación para los que deseasen alquilarlos. Estas circulares no se habían publicado, fui a comprobarlo al día siguiente.

Según el párrafo 2º de la Segunda hoja, D. Celestino afirmaba que las cuentas estaban en los respectivos Sindicatos para que pudieran examinarlas los agricultores que lo deseasen. Siento decirle que estaba equivocado, ni estaban, ni están, ni según las palabras de nuestro Secretario General, hay posibilidad de que estén.

En el capítulo de Ruegos y Preguntas, D. Vicente Castelló respondiendo a la pregunta de D. Luis Sanchís, de septiembre del ´81, sobre el crédito de 100 millones de la Administración a la Federación, responde que esta enorme deuda fue consecuencia de la Operación Defensa  Precio.
Cuál no sería mi sorpresa repasando la Memoria de Federación de la Campaña 80/81 al comprobar que éste fue un Crédito de Campaña para compra de fertilizantes y herbicidas. 
¿O tal vez se utilizó para cancelar la póliza de 100 millones de la Caja de Ahorros de Valencia? También cabe la posibilidad que el crédito al que me refiero sea otro distinto al que preguntaba el Sr. Sanchís. Quién sabe los intrincados misterios de “Nuestra Madre Federación”.

Aparte de nuestra ignorancia respecto a los entresijos de la Federación, existen otras dos entidades estrechamente vinculadas de las que poseemos una escasísima información. Son: Arrocerías San Martín y la Mutualidad Arrocera de Seguros.

¿Sabe alguno de ustedes, que no sea de la Junta, qué es y de quién es, nuestra Mutualidad? En teoría una Mutualidad pertenece a los mutualistas y se crea sin ánimo de lucro, como las cooperativas y las Cajas Rurales, pero que yo sepa y si estoy en un error que me lo expliquen, en todas estas entidades la incorporación de los agricultores es voluntaria.

En el año 1.980 se sembraron 68.400 has, de arroz (datos de la Secretaría General Técnica) se censaron en la Federación 62.400 has y se aseguraron en la Mutualidad 60.000 has, ¿qué obligación de asegurarse y en qué sanciones han incurrido esas 7.800 has sembradas y no aseguradas? ¿de dónde son y porqué esas tierras no están obligadas a este compromiso como se nos asegura a nosotros que lo estamos¿

Después de leer el Balance de la Mutualidad de 1.980, que es un canto a la efectividad y el ingenio, deduzco que la obligatoriedad de asegurarse en la Mutua viene de un acuerdo tomado en 1.940 por los fundadores de la Mutua.

Estoy totalmente de acuerdo que es necesario hacer un seguro contra el pedrisco, en especial en las zonas levantina y catalana, pero dudo mucho de la legalidad vinculante que pueda tener un acuerdo de Presidentes de Sindicatos tomado en 1.940.

También considero muy interesante que todos los agricultores arroceros estemos en la misma Mutua, pero debe ser voluntario y en atención a que nuestra Mutua sea más barata y preste mejor servicio que cualquier otra compañía de seguros.

De todas formas, desearía saber si el estar asegurado en esta Mutua es obligatoria y en virtud de qué, esta obligación.

Para hablar de San Martín, y que los profanos en el tema lleguemos a entender algo, sería necesario algo más de tiempo del que podemos disponer en esta reunión que para colmo de nuestras desdichas se convoca en plena recolección, que todo el mundo sabe es el momento que los agricultores menos tiempo podemos dedicar a estas “cuestiones de invierno”, pero aún a riesgo de abusar del poco tiempo que poseen ahora los agricultores no puedo resistir la tentación de hacer un par de preguntas sobre el tema:
¿Si la Federación posee el 51% de las acciones porqué no aparecen en los balances esas relaciones económicas que forzosamente deben existir?
¿Porqué desde 1977 no se nos dice cómo funciona la economía de la empresa si como parece lógico el 51% de las pérdidas o ganancias son problema de todos los agricultores arroceros?

Entrando ya en el meollo nos encontramos con los problemas internos de la Federación, problemas que de continuar las cosas igual que hasta ahora difícilmente podrán resolverlos las personas que se enfrenten con ellos.

En mi criterio, la Federación es tan necesaria que si no existiese habría que crearla, pero ahora mismo, la que tenemos está peor que el arroz criado con 4 grs/l de sal, no le queda más que la paja.

No puede nadie pretender que los agricultores continúen pagando 70.000.000 de pesetas a cambio de unos servicios que, además de ser nuestros, se nos cobran aparte.

Después que la Federación se convierte en Corporación de Derecho Público, se le limita a unas funciones de colaboración y consulta de la Administración, que son insuficientes para justificar el dinero que nos cuesta. Si la Administración quiere colaboradores que se los pague. Pero nosotros sabemos que tiene o se la puede dotar de otras misiones específicas que justifican sobradamente su mantenimiento aunque con unos costos más reducidos y controlados por los agricultores. Todos.

Todo este entramado federativo no puede continuar costándonos tanto dinero. En la actualidad la Federación presta unos servicios para los que está sobredimensionada y burocratizada, y no podemos rebajar los gastos mientras no cambiemos las estructuras de funcionamiento. El ahorro no puede venir vendiendo sacos (que, entre otras cosas, es el mejor servicio que presta la Federación a la zona Sur) ni negando 200.000 ptas. a una investigación sobre hongos en esta zona. Esas 200.000 ptas. se pueden ahorrar, por ejemplo, suprimiendo una reunión de la Permanente, que podría ser muy interesante, pero que los agricultores no nos enteramos de nada de los beneficios que para nosotros allí se consiguen.

Entre dietas, traslados, comunicaciones y gastos especiales de funcionamiento, FEDERACION  gastó en 1.980- 7.430.000 ptas. JÓVENES AGRICULTORES tiene para esas mismas funciones un presupuesto de 100.000 ptas. y cada vez que la Federación  va a Madrid para temas arroceros, nosotros estamos allí y algunas veces que no va, también.
Estamos convencidos que los gastos se pueden reducir más de la mitad y que los servicios pueden prestarse con una participación real de los agricultores, dándonos voz y voto de aquello que queremos y cómo lo queremos.

No hay una participación real de los agricultores en las decisiones de nuestros órganos de gobierno de Sindicatos y Federación. ¿Quiénes son los culpables, los agricultores que somos comodones y apáticos por naturaleza o los dirigentes que deseamos las menos  intromisiones posibles en nuestra gestión para mayor comodidad?

Deseamos estructurar la Federación de forma que Villafranco sea el primer Sindicato de España y tenga el peso específico que le pertenece, de acuerdo con las cantidades con que contribuimos al mantenimiento de la misma y sin perder de vista que aquí se cultiva tanto arroz como en toda la región valenciana o catalana

Consideramos que hay que empezar eligiendo un Presidente de la Zona Sur que defienda junto al resto del sector, o ante él si es necesario, los acuerdos que aquí se tomen en Asamblea General. No estamos de acuerdo, ni las consideramos representativas a la Permanente y Junta General de Federación. No se pueden demorar por más tiempo unas elecciones y la adaptación de los Reglamentos a las necesidades actuales, por mucho que el Sr. Ministro se empeñe.  A los Srs Ministros les importa un rábano la Federación de Arroceros.

Así mismo es necesario elaborar los presupuestos que nosotros tenemos que pagar y, en esta Asamblea, que decidamos los agricultores en qué nos interesa gastar nuestro dinero.

Mientras esta Asamblea General, que es soberana, no sea la que decida respecto a todas estas cuestiones, y no es necesario que sea ahora mismo, no será la Federación el organismo oficial de los agricultores que cumpla exactamente lo que la mayoría de los arroceros quieran.

Muchas gracias
José Hermano Mateu.

Esta intervención que es uno de las muchos debates que, reincidentemente, planteaba ante los miembros de la Federación, tengo la suerte de conservarla y es evidente, para mi, por el estilo mordaz e incisivo de mis preguntas que tuve que leerla pues me resultaba muy difícil, ya entonces y ahora infinitamente más, recordar cuánto quiero decir y cómo hacerlo. Mientras que al escribirla y más tarde repasarla y leerla me permite poder “afinar” las críticas sin producir heridas innecesarias. Por ejemplo cuando le agradezco a Castelló su ayuda a la creación de Jóvenes Agricultores yo, sólo conozco ese punto por sus comentarios, y no por mi conocimiento de esos apoyos que pudieron ser antes de participar yo en la Asociación. 

Felicito al secretario de actas cuando en realidad estaba claro que le eran “dictadas” a conveniencia para el momento de leerla, no  de lo realmente hablado. Aquella Mesa era la “Huerta del Segura cuando llega la mañana”, pero hacían y deshacían sin el más mínimo respeto a los agricultores fuera de su círculo. Las cuentas de San Martín, no las presentaban porque eran impresentables y el resto nos llegaba todo manipulado. La FSAAE había comprado el 51% de las acciones de Arrocerías San Martin que tenían su central en Silla y que poseía instalaciones del Molino de Villafranco y el de Coria del Río.


Molino arrocero del Puntal, construido por la Chispalense en 1.931, comprado a Imagsa por Rafael Beca en el ´42 y más tarde vendido Arrocerías San Martín. La que llega a dominar la Federación con la compra de la mayoría de las acciones y que fue una de las causas de la ruina económica de la misma, a pesar de los monumentales cánones que pagábamos los agricultores.

La fachada y parte de las naves de Molino y almacén que tenía San Martín en Coria del Río. Hoy todo es propiedad de Ebro Food, junto con la antigua oficina de A.R.D.E y las instalaciones de la Cooperativa Arrocera Sevillana.




Sin embargo, en su descargo admito que intentaban hacer lo mejor para el sector, pero siempre, según sus criterios y sus puntos de vista parciales. Habían creado una Organización para proteger los intereses arroceros que más bien parecía un Organismo Público, totalmente sobredimensionado, burocratizado y controlado por la cúpula, siguiendo el más puro estilo del Sindicato Vertical posterior al ´39  y que lo llevaron a su defenestración.

Estas reivindicaciones recurrentes iban aderezadas, de vez en cuando, de alguna petición que normalmente caía en “saco roto” ya que la política de las Federación era, dejémoslo como está que lo que venga no sabemos cómo será. Esta es una postura intemporal e internacional propia de las personas situadas en el poder y a las que los cambios no les agradan por la incertidumbre que conllevan. Ejemplo de ella son tres de los ejemplos de peticiones rechazadas que estoy recordando y que refuerzan lo que anterior:
Con la entrada de Miguel Manaute, como Consejero de Agricultura, su política de Reforma Agraria (bodrio que logró movilizar a los señoritos andaluces que vivían muy bien y que no entendían aquellos del “valor social de la tierra”) también afectaba y mucho al sector arrocero. Por una parte se relajó algo la presión sobre las actuaciones en contra de la cooperativa la Ermita y por otra Miguel pretendía racionalizar el uso de pesticidas en el sector arrocero, zona supersensible para la conservación del Parque Nacional de Doñana. En una de las reuniones institucionales con Jóvenes Agricultores nos propuso la creación de ATRIAS (Agrupaciones de  Tratamiento Integrado en el Algodón) en el arroz, similares a las del algodón para la formación, información y control del uso de los pesticidas. Esas asociaciones contarían con una subvención por ha (que creo recordar eran unas 30.000 ptas/ha) Recuerdo perfectamente la contestación de la Mesa y la persona que respondió y que no es necesario nombrarla ya que todos pensaban igual,  y que dijo: “esas 30.000 ptas se las damos nosotros a la Junta para que nos dejen tranquilos”
No insistimos pero seguimos adelante con la propuesta y creamos en la Comunidad de Regantes la Ermita, que entonces yo presidía. Pero el que hizo todo el trabajo fue Federico Clar, presidente del Sindicato de Riegos, creando la primera ATRIA de arroz de España, que fue el germen de las API (Asociación de Producción Integrada) que hoy cubren la totalidad de la superficie arrocera de Las Marismas y que nos permite contar con más de cuarenta técnicos arroceros, todos titulados, especialmente ingenieros técnicos, llevando a cabo un control exhaustivo de la siembra, abonado, pesticidas, plagas, y asesorando a todos los agricultores sobre cualquier tema que pueda ser de su interés.

Otro tema que lograba desquiciar mis nervios era la musiquilla que cada año repetía la Federación para la defensa del precio del arroz cáscara, en campaña. “Tenéis que guardar el arroz y no ofertar todos en campaña pues eso permite a la industria bajar los precios” Lo único que tenían la Islas Mayor y Menor para guardar el arroz eran los almacenes de la Federación y algunos almacenes que habían construido los agricultores por su cuenta con los secaderos de sol para secar y almacenar, pero quedaban más de 50.000 .000 de kgs que había que vender, en verde o sobre secadero, pues ni teníamos sitio para secar ni guardar ni capital para pagar los gastos más urgentes de recolección y , antes de fin de año, el resto de pagos que se llevaban la totalidad de la cosecha.

Hablarles de crear cooperativas para secado y almacenamiento era “mentar la bicha” Ellos ya había tenido una experiencia cooperativa, que contaremos más adelante y que nos había costado el dinero a todos los socios que habían entrado. Recuerdo alguno de lo enfados de mi padre con los “chorizos” que la capitanearon, pero no sólo fueron “esos chorizos” los causantes del descalabro económico, muchos cooperativistas colaboraron activamente en la desintegración interna de la Cooperativa Arrocera Sevillana.

También en este caso Jóvenes Agricultores rompió el tabú cooperativo y venciendo las risas y la mordaz ridiculización de los mayores, “jodidos y apaleados” por la anterior, iniciamos la primera Unión de Compras de Productos, en 1979, que se transformó de forma inmediata en la primera cooperativa de comercialización de arroz cáscara de las Marismas la “Cooperativa Arrocera de Isla Mayor” y que fue seguida por la de la Margen Izquierda, La de Puebla del Río y la de Arroceros Unidos en 1982, rematando la labor con la creación de Veta La Mora prevista para reunir a todos los agricultores que estaban todavía sin medios y se mantenían individuales. A este desarrollo cooperativo le dedicaremos  los capítulos necesarios.

Otro tema que me llevó a enfrentamientos poco agradables con FSAAE y la Comunidad de Isla Mínima, -de la que yo era comunero-, era el serio problema de los cangrejos. Estos crustáceos, importados en 1.973 desde Louisiana se habían convertido en una auténtica plaga que destrozaba nuestras infraestructuras de riego, desagüe y márgenes de contención de agua. Mientras nos gastábamos un dineral cada año, en la conservación de márgenes y obras de fábrica, el agricultor arrocero sólo percibía y continua percibiendo daños directos e indirectos y por ello la mayor parte de los arroceros deseaban que se declararan plaga, -como especie foránea no autorizada-. En Valencia, en el parque Natural de la Albufera, se había conseguido declararlo como plaga en la zona arrocera de Levante donde estaba autorizada su exterminación. Las Comunidades de Regantes propugnaban su extinción, yo pretendía la regularización del sector de la pesca en nuestras tierras para que los agricultores, de alguna forma pudiésemos recuperar los gastos del daño causado por el cangrejo. Recuerdo una intervención en la Comunidad en la que dije: si terminamos con el cangrejo en esta zona las generaciones futuras nos recriminarían esa acción, además en la actualidad, la pesca está aliviando el aumento del paro provocado por la modernización del sector” Y nunca resultó más efectivo el refrán “a río revuelto ganancia de pescadores” Los pescadores siguen pescando en nuestras tierras, sin tener siquiera, la delicadeza de pedir nuestra autorización para colocar sus nasas en nuestras parcelas y sin pedir permiso para pasar por nuestros caminos particulares. Y si alguien les plantó cara, su almacén saló ardiendo de forma casual. 

Aunque tengo muy claro que mi opinión pesó muy poco en el futuro de ese sector, en mi fuero interno, el esfuerzo de gestión para la regulación del sector, lo consideré un fracaso. Nadie parecía interesado en que se estableciesen unos carnets de pescadores, con sus agrupaciones que negociasen la pesca y comercialización con los agricultores y con los intermediarios. Los pescadores se lanzaron a la creación de cooperativas, buscando el valor añadido, provocando una feroz competencia entre  ellas que las llevó a su desaparición.

El próximo post lo dedicaremos a las Comunidades de Regantes anteriores a la constitución de la Ermita y que todas continuan en activo, como no podía ser de otra manera.

domingo, 8 de junio de 2014

ARROZ ECOLÓGICO (ORGÁNICO) 3 EN PUERTO CASADO.



Superficies cultivadas y desarrollo del cultivo de arroz orgánico o ecológico..

Angel Cavanagh y Pepe Hermano con el primer arroz ecológico criado en Puerto Casado.
Angel y yo éramos los principales impulsores de este proyecto de arroz orgánico, puesto que yo había rechazado de plano un proyecto de arroz normal, puesto que la zona no era competitiva con el resto de Paraguay, sin entrar en su capacidad para competir con el resto del mundo. Cuando nosotros abandonamos el proyecto en el 96 hubo una grave crisis de los precios internacionales del arroz y todos los arrocero lo pasamos bastante mal, con la ruina para muchos agricultores arroceros paraguayos. Pero sigo defendiendo que Paraguay tiene unas características únicas en el mundo para aumentar su producción de arroz con nuevas empresas tan competitivas que serían capaces de soportar impunemente cualquier crisis de precios.
Pero ciñéndonos al tema que nos ocupa aquí estamos frente a un arrozal de la 1ª siembra que a simple vista demuestra que la posibilidad de producir arroz orgánico era totalmente viable y detrás nuestro vemos un campo precioso con un arroz limpio y bien cultivado.
Durante los m,eses de Enero y Febrero del 95 sembramos 25, que ya comentaremos sus resultados y en Marzo sembramos otras 15 has. que no se segaron.

Pequeños tallos de arroz ocho días después de las lluvias del 30 y 31 de enero.
Pudimos sembrar la primera parcela de 5 has el día 27 de enero del 95. La semilla utilizada fue Sica-8 y la densidad de siembra fue de 170 kg/ha. La segunda parcela, también de 5 has la pudimos sembrar 3 días después. Esta también a 170 kg/ha de la variedad Sea-2.
Esa misma noche llovieron 32 mm y al día siguiente cayeron otros 40 mm. de lluvia. Parecían una lluvias caídas a la medida, ya que la tierra estaba bastante seca y se llegó a encharcar, con lo que nos apareció una característica que explicaba lo que yo había leído en un libro sobre arroz editado en Paraguay. No recuerdo el título ni tampoco el autor, pero jamás se me olvidará que en él se afirmaba que allí el arroz no nacía bajo el agua. Aquella afirmación me impactó tanto que nada más situarnos en Puerto Casado construí en el suelo un pequeño cuadrado de un metro cuadrado donde podía llenarlo unos 10 cms de agua y sembré un poco de arroz de la variedad Taibonnet que habíamos llevado desde España.  Lo había situado en el patio bajo un grifo de agua del río y el arroz nació bien pero recuerdo que un poco más lento que aquí. Yo lo achaqué a la enorme densidad de limos que traía el agua en suspensión.

El mismo día de la foto anterior, tras ocho días de la siembra y la lluvia,  en una  perspectiva general.
En esta foto donde, creedme, todo lo que se ve es arroz se puede apreciar en primer plano que hay pequeños rodales donde no ha nacido. Precisamente son lugares más bajos que se encharcaron con la lluvia y realmente ahí no nació el arroz hasta que estos lugares se secaron totalmente, se agrietó la tierra y sólo entonces nació el arroz. Lo que ocurría siempre aunque hubiesen pasado 20 ó 25 días desde que había nacido el resto que quedaba sobre el nivel del agua. Sólo entonces pude entender lo que quería decir aquel señor que no supo aclarar lo del fallo de nacencia bajo el agua. Puede que fuera uno de los responsables del retraso del sistema de siembra de pregerminado en Paraguay. Eso y el agua tan poco transparente que además aumenta su oscuridad con cualquier movimiento de la tierra a causa del finísimo limo que tiene depositado a lo largo de cientos de años. Sin embargo el sistema de pregerminado tiene muchas ventajas sobre la siembra de arroz seco sobre terreno seco pues al tener que regar o esperar la lluvia tanto el arroz como las malas hierbas nacer a la par y son más difíciles de controlar. Era especialmente interesante para el ecológico ya que no se podían utilizar herbicidas para el  control de ciperáceas y "arbolitos".

Estos tallos de arroz tienen 21 día y la principal diferencia es de revelado de los carretes.
Esta foto pertenece al campo de Pancho en la visita del 92, pero es la que realmente hace justicia al vigor, verdor y salud con la que nacieron las plántulas también en Puerto Casado. La diferencia está en que esta foto se reveló en España con el método tradicional y las de Casado se revelaron en Rochester por el sistema de "revelado en una hora" Valiente invento desgraciado, por su culpa se han deteriorado los cientos de fotos que hice de Puerto Casado y que han perdido todo su color y nitidez. Pero allí el arroz nacía ya con ese color y vigor. Era impresionante ver cómo los tallos al nacer levantaban los terrones y después, en los charcos, donde nacía unos días después, salía entre las grietas o simplemente rompía la costa que se forma al secarse.

También estos tallos tienen 10 ó 15 día. Llenábamos lo antes posible.

Durante el mes de febrero sembramos 15 has de Taibonnet a una densidad de 170 kgs/ha y a final de febrero, teníamos  ha nivelado con láser a cota cero y la sembramos de arroz pregerminado.  Esta parcelita de 1 ha fue también de Taibonnet. y la densidad fue de 150 kg/ha. En esto nos equivocamos pues aunque la nacencia fue buena, el hecho de tenerla previamente inundada y estar así durante unos 15 días hasta que el arroz ya despuntaba, el ataquéede las anátidas fue feroz y la siembra quedó bastante clarita. Sin embargo, la buena nivelación y la respuesta espectacular de la nueva variedad en aquellas tierras hizo que ahijase de forma espectacular y realmente, a final de campaña, era la mejor parcela de arrozal, la más pareja y la más limpia y también la más castigada por la plaga de periquitos.
Todavía nos atrevimos a preparar otras 10 has para la siembra de invierno, pues terminamos de sembrarlas a finales de Marzo, por lo tanto floreció en pleno mes de Junio por lo que la cosecha se preveía muy mala y por otra parte nos convino dejarlas como colchón amortiguador  para la gran cantiodad de hacienda incontrolada,- burros y vacunos-, y paras intentar mantener alli a las aves granívoras que fueron una verdadera plaga.

Macolla de Cica.8 producida por un solo grano caído junto al borde del canal de riego.


El desarrollo del arroz fue normal, si bien el Cica-8 se crió más amarillo pareciendo que demandaba nitrógeno,. si bien lo que parece ser es que necesitaba más nivel de agua, ya que las taipas no quedaron suficientemente reforzadas para para mantener el nivel necesario para cubrir las partes más altas de la parcela. En los lugares de nivel correcto el ahijamiento era espectacular entre 20 y 30 matas por grano.como podemos apreciar en la macolla superior donde el ahijamiento era de más de 50 matas, pero también el corazón del piquete estaba amarillo. De todas formas la foto no le hace justicia. Debno tener otro foto de esta mata ya granada que espero encontrar donde se ve el final correcto de toda la macolla. Claro que hay que tener en cuenta que en las veras de los canales de riego, si no le falta el agua las macollas que se crían son siempre espectaculares y con un ahijamiento tres o cuatro veces superior al normal.

Perspectiva desde el centro de la parcela en la 1ª siembra.
Las `plagas vegatales fueron prácticamente inexistentes, en los lugares que pudimos cubrir correc-tamente de agua y mantenerla durante todo el cultivo. Salieron algunos "arbolitos" ,- hierbas de hoja ancha: Jussiaea Suffructicosa-,  que se aprecian en la foto entre el arroz y el margen de tioerra y que al final del ciclo habían desaparecido ya que tienen un ciclo más corto que el arroz.


La cuadrilla de maskoy escardando las malas hierbas.

Como toda la cantidad que esperábamos recolectar estaba destinada a semilla para la próxima siembra el control de las malas hierbas que se multiplican a traves de la semilla, como la echinocloa europea o americana,  fue una cosntante que no abandonamos en ningún momento. Es más yo hace años que tengo declarada una "guerra sin cuartel" a la echinocloa, a los arroces bastardos, que degeneran hacia las variedades genéticas originarias-, y, a las variedades de arroz rojo. Enseñamos a los maskoy a diferenciar estas variedades del arroz que queríamos multiplicar y hicieron un excelente trabajo. El problema con ellos lo teníamos cuando se quedaban solos en el campo. Se iban a por unas botellas de ron de caña a la despensa que habían abierto frente alarrozal y se tumbaban y bebía hasta el coma etílico. Jamás olvidaré la carta que me escri8bió, en correcto castellano, la hija de uno de ellos  que estaba  estudiando en el colegio de Puerto Casado, que me hacía, personalomente a mi, responsable de las tremendas borracheras que agarraba su padre, ya que al estar trabajando conmigo, aunque yo nuinca estaba por allí, era el responsable de su comportamiento y bienestar. La carta se me perdió pero el impacto que me provocó me acompañará mientras viva. Con el permisdo del alemán ese que nos esconde las cosas cuando nos hacemos mayores.


El presidente Wasmosy en una comida preparada en la Casa Directorio. Empezando por la derrecha, Chilelli, Guillermo, Yo, Algel, Maria, Wasmosy, Sostoa y las dos  personas restantes no recuerdo el nombre.
Esta foto pertenece al día de la visita del Presidente, Ministro de Agricultura y Ministro de Industria al campo donde habíamos realizado ya la priemra siembra de arroz. A medio día preparamos una comida de la que no recuerdo el menú, pero si recuerdo que había langostas cocidas con salsa de marisco y un canapé especial que yo había preparado otras veces y que decía que no compartiría mi receta. El motivo no era "secretismo" si no simplemente que no quería decirles que el secreto de aquel sabor tan especial y que tanto les agradaba erael resultado de mezclar el contenido de la cabeza de la langosta con salsa rosa, alguna langosta desmenuzada, huevo duro y un toque de vino blanco. Así suelo preparar los bueyes de mar cuando tengo la suerte de poderlos encontrar vivos, pues si son congelados tienen un sabor distinto, muy fuerte,  aunque les quites el vino. No podía compartir la receta pues si les decía que el canapé llevaba el contenido de la cabeza de la langosta más de la mitad de los comensales, que decían que estaba buenísimo ese trozo de pan tostado preparado untandole la salsa espesa  de la mezcla, podía haberles hecho pasar un mal rato ya que el marisco no es un manjar en la dieta mediterránea del Paraguay. Tanto es así que un periodista que acompañaba al séquito y que no había probado el marisco en su vida tuvo un ataque alérgico y hubo que inyectarle urbasón y tuvimos que subirlo a la avioneta y enviarlo a Asunción. ¡Con más de teinta años y no sabía que era alérgico al marisco! Y eso que la langosta era de agua dulce a la que solamente introducíamos los últimos quince días, antes de consumirla, en agua salada para intentar que tuviese algo más de sabor.


Vista aérea de parcelas 1ª siembra.
La parcela que se ve en primer plano es de la variedad Sea-2 y tenía alrededor de los 7.000 kg/ha, en cambio vemos las parcelas del fondo que tienen grandes usperficies donde la hierba ha salido por arriba del arroz o simplemente en ese lugar no había arroz por tener algún cerro donde no llegaba bien el agua de riego. La producción media de las parcelas que se criaron más o menos bien y que fueron todas exceptuando las 10 últimas has sembradas salieron a un promedio de unos 5.000 kg/ha, tanto  el Cica, Sea y Taibonnet.


Parte mala de parcelas 1ª siembra.
Estas son las últimas parcelas que sembramos, ya en el mes de Marzo, y pueden verse trozos donde el arroz a llegado a madurar, era Taibonnet de ciclo más corto que las otra dos variedades, y otras partes donde la hierba se ha apoderado de casi la totalidad de la superficie. Toda esta última parte no la segamos pues en esa  primera siembra no teníamos la parcela rodeada de alambre de espinos y aunque pusimos una valla eléctrica, los burros del pueblo parece que no le tenían mucho temor ya que no paraba el asalto contíno de burros, vacas y caballos. También la dejamos como colchón donde dejábamos tranquilos a los periquitos cabeza negra para que respetasen el resto del Taibonnet que estaba bastante bueno y lo estaban triturando con sus picos especialmente diseñados para poder pelar el arroz, dejando la cascarilla en el suelo y comiéndose sólo el blanco.


Cica-8 de la primera siembra.


Si miramos con atención este Cica-8 de la priemra siembra vemos algunas espigas y espiquillas que están tiesas y blancas porque no han llegado a granar. Son la consecuncia de un par denoches con una mínima de 7º/8º centígrados que afectó a las espigas o parte de ellas que estaban en floración y que no polinizaron y fecundaron.También en esto tuve una enorme importancia los problemas que tuvimos con el riego. En la primera siembra tuvimos fallos porque la nivelación era muy mala y las partes altas se secaban y en la segunda por culpa de problema en la toma y en uno de los motores que se le averió la bomba inyectora, seguramente por culpa  del gasoil que era de muy baja calidad.





Taibonnet 1ª siembra.
En esta podemos ver el arrozal que se crió de la variedad Taibonnet, sembrado en el mes de Febrero, fuera de época normal de siembra en el hemisferio sur, pero que nosotros salvamos gracias a que estábamos en la misma linea del trópico de Cáncer y de que ésta variedad de ciclo medio era mucho más resistente al frio que el Cica-8 y el Sea-2. A la derecha de la foto vemos la apertura producida, en el arrozal al paso de los escardadores, que sólo queda de esa forma cuando el arroz está bastante espeso y las espigas son pesadas por estar bien granadas. También es perfectamente visible lo limpio que está de malas hierbas y sólo al final se aprecia una parte verde que no es sólo causa de las malas hierbas sino que también está teñida de verde por el color de los periquitos que atacaban en bandadas superiores al millar de pájaros.
Esta plaga y la de palomas torcaces que atacaron la semilla de siembra, que no quedaban bien enterradas, en la segunda cosecha fueron las únicas plagas animales que tuvimos que sortear. La de periquitos la controlamos mediante aparatos de ultrasonidos, en la primera siembra ya que en la segunda no fue necesario, y la de palomas sólo la sufrimos durante los días tanscurridos entre la siembra y a inundación de las parcelas. Los periquitos no los probé, por miedo a la psitacosis, pero con las polomas hice tres o cuatro arroces caldositos, al estilo de los arroces con pato marismeño, que estaban deliciosos. Sufrimos otra plaga, que no afectó para nada, que fue la de la chinche de campo que pica el arroz cuando el grano está en estado lechoso y que si es muy abundante puede llegar a convertirlo en "no apto para consumo humano" Por esa razón teníamos que cuidar los pájaros pues son su enemigo natural y lo que hoy nos parecía una plaga mañana podia ser la solución de un verdadero problema.


Bandada de periquitos posándose sobre el arroz para pelarlo y comerlo.
En Puerto Casado podría haber una colonia de 10/20 parejas de periquitos que vivían allí todo el año. Frente a mi dormitorio, en el jardín de la Casa Directorio, tenía un cocotero donde vivía una de esas parejas y que amenizaba, agradablemente, todos los amaneceres, aunque en realidad no callaban en todo el día. Pero en el momento que se iniciaron a dorar las espigas, empezó un crecimiento aritmético, es decir, todos los días se multiplicaban por dos. De tal forma que una semana después, de iniciada la maduración, se reunían allí, cada día, un millar de cotorras y otros tantos tordos y entre 8 y 15 días más tarde teníamos unos 2.000 tordos y 12 ó 14.000 periquitos.
En los primeros días pedimos a un grupo  de chiquillos,, con tambores y otros artefactos ruidosos que, se paseasen por las taipas realizando el máximo ruido posible. No dió en más minimo resultado. Reforzamos con espantapájaros, con los indígenas que teníamos escardando y algún cañón de carburo que nos agenciámos no sé de donde. No le hacían el más minimo caso a niños y  mayores con sus chillidos y ruidos y "defecaban graciosamente" encima de los espantapájaros y de los cañones de carburo. Aunque en la casa también teníamos una escopeta de repetición, de cinco cartuchos, tuvimos que comprar otra escopeta para espantarlos mediante tiros desde lejos para asustarlos al sintir pasar los plomos cerca ya que no buscábamos la exterminación de aquellos animaltos que no tenían otra comida en toda la región y que se convirtieron en plaga en la siembra de invierno, pues cuando maduró el arroz no había otro tipo de grano en todo el Chaco. No sirvieron de nada las escopetas, ya que podíamos matarlos, pero no asustarlos como era nuestro objetivo. Al final y después de probar todo lo imaginable para repelerlos, recordé una película de la II Guerra Mundial donde los americanos habían tenido que recurrir a los ultrasonidos en la Isla de Guam para convencer a los pelícanos que abandonasen la pista de aterrizaje recién construida y que se negaban a abandonar. Nosotros tuvimos que recurrir a aparatos emisores de ultrasonidos para poder persuadirlos de que no podían comerse todo el arroz. Lo más curioso y también lo más triste del episodio de Guan es que una plaga de serpientes, introducida desde indonesia por algún barco, de forma involuntaria, ha terminado con todas las aves, ranas, lagartijas y otras presas y ha convertido la Isla en un paraiso para las serpientes donde no tienen un enemigo natural. Realmente hay que tener mucho cuidado en exterminar un eslabón de la cadena trófica o introducir una nueva especie pues el resultado es imprevisible.

La cosechadora de Pancho que venía desde San Juan Bautista.
Para cosechar la primera cosecha, que hemos dicho que recogimos de unas 25 ó 26 has de arroz, ya que las últimas 10 que sembramos no pudimos segarlas, vino nuestro buen amigo Juan Francisco Caballero Chavez, que transportó su cosechadora para segar aquellas parcelitas, pues aunque fuera poco y los transportes encarecían todo, no teníamos otro remedio que recolectarlo, pues además era la semilla para las próximas cosechas. Tuvimos arroz de sobra, de las tres variedades para sembrar las 110 has en total entre la parte que sembramos Antonio y yo y la que sembraron los hermanos Sorrentinos que en esta segunda cosecha quisieron llevar sus tierras independientes.

La segunda siembra.
A partir de Septiembre de 1995, iniciamos la segunda siembra del año, precísamente sobre la parte que habíamos segado en Julio.En total sembramos en Sbre. Otbre. Nobre y Dbre alrededor de 110 has y otras 15 has que conseguimos preparar y sembrar en febreo de 1996, que no recuerdo que pasó con ellas, pero no las segaríamos puesto que dejamos el proyecto en Mayo de ese año.
En septiembre habíamos logrado medio-preparar las primeras 40 has sobre la siembra anterior. A la tirra no pudimos hacerle mucho trabajo de nivelación pues el rastrojo no dejaba que el láser pudiera nivelar y nos limitamos a quitar con la trailla los cerros más significativos y transportarlos a los bajos. La sembramos en seco con la variedad Taibonnet que tras la multiplicación en Paraguay le cambiamos el nombre por Casilda.

2ª instalación de la boma, situándola más cerca del río.

A la vuelta de uno de mis viajes a España, donde pasaba 20-25 dias cada tres o cuatro meses, me encontré con que habían cambiado la toma de las bombas porque el canal de toma se había cegado de barro en una copiosa lluvia. Para evitar futuros taponamientos de la toma que se producían porque nunca tuvimos una retroescavadora que preparase convenientemente el trocito de entrada, limpiando bien la ría de entrada y  construyendo, con esa tierra, un par de muritos laterales que evitasen que las agua de lluvia retorrnasen al río por esta parte cegando la entrada de agua. Por esa razón el ingeniero Oeyen decidió cambiar la toma situando las bombas sobre un lateral elevado y lejano al canal, con lo que las bombas, que estaban fabricadas como bombas de aspersión, trabajaban como bombas de  presión para envíar el agua por la pequeña tubería de plástico, hasta el canal de riego.


Perspectiva de la toma desde el canal de riego.

Esta solución, de meter la aspersión en una balsa sobre el río, es muy usada en los riegos arroceros del Paraguay. Estábamos convirtiendo unas bombas de asspersión, cuya máxima elevación es muy limitada en  bombas de presión con la consiguiente pérdida de caudal. Los problemas de riego se agravaron especialmente cuando una de las bombas se le estropeó la inyección.  Durante el riego de primavera y verano no llegó a salarse el agua ya que las lluvias mantenían un caudal muy regular en el Cañadón Reservista  que era el que alimentaba diréctamente el brazo donde teníamos instaladas las bombas.

Taibonnet o Casilda de segunda cosecha.
Las ochenta has que llevábamos Antonio y yo las sembramos todas de Taibonnet, que había ameritado  mejor comportamiento que las otras dos variedades, además de tener un ciclo mucho más corto. Mientras en España tiene un ciclo de 130/140 días alli se criaba en 10 días menos. Como tardaba en llover, tras la siembra, dimos un pequeño riego para facilitar la nacencia. Como en la primera siembra, los charcos no nacieron y volvimos a resembrarlos con arroz pregerminado que se comieron los patos y otras aves quedando en blanco esos lucios. Además, en las primeras 40 has que sembramos nuevamente sobre el terreno ya cultivado, la multiplicación de las malas hierbas fue espectacular, pues estaban sobre el terreno las semillas de la primera siembra y con el sistema de sembrar en seco las malas hierbas nacen a la par del arroz y normalmente se desarrollan más deprisa.
Ayudó bastante a crear problemas la rotura de una de las bombas que se sumaba a las dificultades de toma que llegó a paralizar e incluso secar algunos cerros de arroz. En cambio lo que había podido mantener unos niveles normales estaba realmente bueno. Esto es algo que ya sabíamos de antemano pero como hemos dicho al principio, un pequeño problema en una zona tradicional arrocera se convierte en un grave problema en medio del Chaco a 600 km de ninguna parte. Siendo, ninguna parte Asunción que no era nada en arroz en aquella época y muy poco en estos momentos, pues las zonas arroceras están más al sur.


Espiga de Taibonnet de segunda cosecha Chaco.

Las otras cuarenta has que sembramos, Antonio y yo, sobre tierras nuevas mostraron un comportamiento buenísimo. Donde no faltó el agua en ningún momento se controlaron bien las malas hierbas y la cosecha era superior a os 6.000 kg/ha, si bien la media general no ha llegado a esa cantidad pues muchos lugares pasaron dos fases críticas por falta de agua. La  primera fue poco después de nacer y la segunda en el período de floración, el moemnto en que la planta está más débil.
En estas segundas siembras hubo un par de hechos destacables: el primero que no aparecioeron los periquitos pero, en cambio, "disfrutamos" de una enorme cantidad de gorriones y tordos. La otra circunstancia que nos pilló desprevenidos fue en los sitios donde sembramos Taibonnet sobre rastrojo de Cica-8.
Junto con el Taibonnet sembrado nació un 50% más de plantas que eran de Cica-8 caído de la primera cosecha. Como el ciclo de éste último es más de treinta diás superior al primero, cuando maduró el Taibonnete al Cica-8 le faltaban 30/40 días y tuvimos que esperar a que éste madura para evitar tener un arroz con un altísimo porcentaje de verde, que lo convierte en un arroz malo para blanquear. Pero lo más raro e inesperado vino durante esos días. Al madurar totalmente el Taibonnet y terminar su ciclo empezó a ahijar por el primer nudo y ese tallo nuevo espigó rapidísimamente y empezó a granar. Tuvimos que segarlo antes que llenara pues aquello se convertía en el cuento de nunca acabar.
Lo que quedó evidente es con la vitalidad del arroz, en aquel lugar, se podía volver a cosechar 40-50 días después de segar la cosecha normal y recoger una pequeña segunda cosecha sin hacer otro trabajo que tener nivel de agua.

Curro en su máquina cosechadora que cosechó el arroz de la 2ª cosecha.

Esta fotografía se realizó en los días de la famosa asonada del Marzo Paraguayo. Ese mes estaba yo en Santiago del Estero intentando un acuerdo con una cooperativa de la zona para arrendarles la desmotadora y comprar algodón y desmotarlo para Eurosemillas. Como el acuerdo societario requería una reunión, que tenía que contar con un plazo minimo de convocatoria, me sobraban 20-30 días hasta que se aprobase por la Asamblea los acuerdos que ya habíamos previsto con la Junta Rectora.
El día anterior al asesinato del Vicepresidente Argaña,- el lunes 22 de Marzo de 1999-, salía del Hotel España en dirección al Chaco para pasar unos días por allí con los amigos. Asi que al día seguiente, por la noche, cuando salió en televisión "el asesinato y posible golpe de Estado" apareció en primer plano mi hotel con un tanque en la puerta. El susto de mi familia fue descomunal, pues yo había dejado la maleta grande en el hotel y el capullo que estaba en recepción no era capaz de aclarar que yo había abandonado el hotel, el día anterior,  para volver en una semana,
Tardé tres días en poder comunicarme con mi familia, pues en el Chaco sólo podíamos comunicarnos dentro de Paraguay a través de la centralita y aunque el tema es muy interesante no creo deba meterlo en este capítulo.


Silva al volante del primer camión de arroz que sale de Puerto Casado.

El arroz de la primera cosecha lo secamos en el solar de una nave derruida por el viento que tenía un suelo de losetas, donde no podía entrar el tractor, por lo que los trabajos de extender y recoger los hacíamos a mano. Por cierto que uno de los días de secado, no recuerdo si en la primera o segunda siembra, nos cayeron de golpe más de 150 mm. Sobre el campo de fútbol,- junto al solar-, había más de medio metro de agua y el arroz extendido quedó totalmente sumergido. Gran parte de la segunda cosecha la llevamos fuera para secarla en un secadero mecánico y posteriormente pelarlo y envasarlo en envases de plástico como arroz ecológico. De todos estos temas de molino y comercialización se encargó Angel por lo que mi memoria no da para mucho más.

Secadero mecánico, que se instaló después de salir nosotros, con Antonio Haro director de la empresa en Puerto Casado.

Cuando nosotros abandonamos el proyecto, por las enormes tensiones de tesorería y por la falta de medios a la que etábamos sometidos, la empresa se buscó otros socios argentinos para continuar sembrando arroz normal y entonces sí empezaron a aparecer los elementos eseciales para poder realizar un cultivo notrmal y poderlo secar y almacenar. Aquí podemos ver el secadero mecánico que se montó para la campaña 96/97, donde se puede apreciar que no había tolva de recepción, ni tampoco tenían sitio donde enfriar el arroz antes de almacenar con lo que, según me decía Curro, se les calentó en el amacén el primer año y el segundo, como se había averiado el termostado, y secaron a "ojímetro" tostaron,- literalmente-, el arroz estropeandolo y quedando sólo para pienso. 
Según, mi buen amigo, Curro Romero se sembró durante tres campañas más, siendo la del 99 la última. En todas ellas tuvieron también un percance u otro por lo que cada año les costaba el dinero mantenr el cultivo. Su producción media era inferior a la que conseguimos nosotros pero de arroz normal pudiendo utilizar abonos, herbicidas e insecticidas, aunque como no tenían mucha idea del cultivo no realizaban los trabajos, ni utilizaban los pesticidas  en el momento oportuno.

Conclusiones.
El grupo de españoles que nos embarcamos en el proyecto de arroz ecológico, por diversas circunstancias, habíamos llegado a la conclusión de que no estaba resultando de acuerdo a las expectativas. La falta de medios impedía que pudiésemos desarrollar la actividad normalmente y la penuría económica de la empresa no hacía otra cosa que complicarnos la vida a cada paso. Por otra parte, una vez demostrado que se podía hacer arroz, lo más conveniente para ellos era que abandonásemos ya que así se librarían de cumplir los compromisos que se habían tomado si aguantábamos tres años realizando las siembras.
Tras nuestra experiencia y las siguientes quedó claro que era posible el proyecto orgánico, teniendo la posibilidad de vender entre el 50% y el 100% más del precio normal, siempre y cuando el proyecto estuviese apoyado por nuestro propio Centro de Investigación, pues estábamos en un terreno, unas condiciones y un producto (ecológico) que desconocíamos. Ya en la priemra y segunda cosecha vimos que poner  gasoil, arreglar una rueda, poner un embrague o disponer de algún dinero se convertía en una misión complicada. ¿Quién puñetas podía pensar que había la posibilidad de tener el Centro de Investigación de apoyo?
Con los resultados de las tres siguientes campañas de arroz normal, también quedó claro, que no se podía producir a precios competitivos y mucho menos con la dirección que tenían, que dejaba mucho que desear, ya que su incompetencia y los consiguientes desastres de cosecha procuraba endosárselos a la cosechadora diciendo que iba tirando arroz, lo quemaban por no tener ni idea de secado  o perdían importantes cantidades por la sal,- que llegó a matar una parte cultivo por  salinidad sin que llegasen a enterarse de qué se estaba muriendo el arroz, lo curioso del caso es que después de seco al entrar nuevamente el agua, retoñó y llegó a segarse un mes más tarde que el resto- y todo ello a pesar de que les había dejado un informe, a los directores, de porqué se salaba el Cañadón Reservista cuyo efecto llegaba hasta la nueva toma que les había previsto para la ampliación.
En resumen, el Chaco, tierra implacable con hombres y plantas, dispone de agua, tierra y clima para realizar una excelente cosecha de arroz pero solamente sería rentable si existiese allí una gran zona productora que permitiese las instalaciones necesarias para convertirla en un sitio competitivo y, eso, hoy por hoy, me parece una auténtica barbaridad ya que habría que terminar con una zona boscosa y ganadera, cuando tenemos en Paraguay las mejores tierras ociosas de todo el mundo para cultivar arroz, sin tocar bosques ni humedales.